
La creciente difusión de esta devoción en las formas propuestas por Sor Faustina parecía contradecir los que ella misma escribiera en su Diario espiritual profetizando que la devoción «caería en completa ruina» pero que después se manifestaría «la acción de Dios con gran poder que pondrá en evidencia su autenticidad. Será un nuevo esplendor para la Iglesia, aunque haya estado dormida en ella por mucho tiempo». La primera parte de la predicción de Sor Faustina se cumplió cuando la Santa Sede, actuando en base a informes inexactos e insuficientes, prohibió en marzo de 1959 la difusión de la devoción a la Divina Misericordia en las formas propuestas por Sor Faustina. La remoción de las imágenes de Jesús Misericordioso de las iglesias se dejó a la discreción de los obispos. De la mayoría de las iglesias de Polonia fueron removidas, mientras que el Arzobispo de Cracovia dispuso que las imágenes podían quedarse en las iglesias de su Diócesis y que los fieles podían seguir rezando ante ellas. Después de años, la Santa Sede, comenzó a interesarse de nuevo por este asunto y encomendó al entonces Arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, promotor de la causa de beatificación de Sor Faustina, que actuara con prontitud antes de que murieran todos los testigos.
En Abril de 1978, en base al examen de documentos originales que antes no se conocían, la Santa Sede retiró la prohibición de 1959, que había durado casi 20 años. Quitada la prohibición, la devoción a la Divina Misericordia cobró nuevo impulso y actualmente se está difundiendo rápidamente por todo el mundo.
La persona que más trabajó para este cambio de actitud de la Santa Sede fue el Cardenal Karol Wojtyla quien seis meses después del Decreto quitando la prohibición, el 16 de octubre de 1978, fue elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II. Así comenzó a cumplirse la segunda parte de la profecía de Sor Faustina, según la cual “esta devoción se difundirá en toda la Iglesia”.
Tomado de la dirección : http://www.santuario.com.ar/
-Dice Jesús de la Misericordia a Sor Faustina: "Quiero a Polonia de una manera especial. Si es fiel y dócil a mi voluntad, la elevaré en poder y santidad, y DE ELLA SALTARÁ LA CHISPA QUE PREPARARÁ AL MUNDO A MI ÚLTIMA VENIDA".
Parece, según sus palabras, que se refiere Al PAPA JUAN PABLO II, lo que coincidiría con las profecías de la Virgen en las apariciones de Umbe y Garabandal cuando decía que Juan Pablo II era el último Papa previo al fin de los tiempos.
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